Cuando la echadora de cartas del puerto anunció a la taxista que el vehículo que se había comprado con la herencia materna, acabaría consumido por el fuego, no la creyó. Llevaba el frente del volantecasi 30 años. Era su único medio de vida ¿A qué se iba a dedicar entonces? ¿A limpiar escaleras por los edificios del puerto? ¿A vender fruta en un supermercado? Demasiado vieja. Para ambas cosas. Josefa Molina nos presenta a una conductora del servicio público de Gran Canaria, ha habido lectora de novelas de género negro y policial, a la que un joven cliente contrata para realizar servicios de transporte de ramos de flores, sin incluir que aceptar el trabajo, la introduciría en el Muy turbio. La relación con Richard, el dueño dela floristería, la llevará a reencontrarse con una infancia olvidada en Gáldar, hola, una mexicana afincada en Arucas, hará que la taxista cambie su vida para siempre.