Focus, once paisajes para Eros es un libro mágico que posee el don del reclamo, la necesidad constante de volver a sus historias, de paladearlas morosamente hasta hacerlas propias. Es así es como nos gustan los cuentos: pulidos de flecos innecesarios, certeros y contundentes, adaptada la escritura a lo contado, y no al revés, perfectos los tempos y el tono; cuentos como escenarios donde se mueven personajes absolutamente creíbles desde el primero de sus movimientos, donde los diálogos son reales y la cuerda narrativa siempre está tensa.