Mientras buscaban setas, Lulú y sus amigos se han perdido en elinterior del bosque. La pobre ardilla está muerta de miedo, pero no se atreve a decirlo:teme que se rían de ella. Sin embargo, cuando todosconfiesan sus propios miedos, Lulú decide contarlo.Cuando hablamos denuestros miedos, estos pierden fuerza. Así, nos sentimos más seguros y capaces de vencer nuestros temores.