El humor, la consistencia, las sabrosísimas descripciones y la particular y rigurosa visión crítica de esta larga travesía investigada por María Ángeles con su acostumbrado rigor histórico, nos permiten compartir las vicisitudes y los peligros de un durísimo viaje de Tenerife a Cádiz. Y la fuerza de sus palabras nos traslada a una época en la que había que confiar en los buenos presagios para ahuyentar a los demonios de la distancia.